Subsanando Enfermedades Mentales

Durante las décadas de 1980 y 1990, Perú sufrió intensamente a causa del terrorismo de Sendero Luminoso, el movimiento guerrillero comunista. La región de Ayacucho fue el epicentro de la violencia brutal entre los insurgentes maoístas y el ejército peruano. Se estima que mas de 69 mil personas murieron a causa de los enfrentamientos, la mayoría campesinos pobres, de habla quechua. Alrededor de 10 mil 500 ayacuchanos, en su mayoría las cabezas de familia, perecieron en ese periodo.

A los sobrevivientes se les dejo abandonados para encarar el impacto de haber sido testigos del asesinato de padres, cónyuges, hijos y vecinos; de haber visto sus casas y pertenencias en llamas, o de buscar infructuosamente a seres queridos que fueron raptados por soldados o insurgentes. Existen altos índices de enfermedades mentales en estas tierras afectadas por la violencia política.

Los problemas van desde el alcoholismo, depresión severa, ansiedad y esquizofrenia, hasta el suicidio. Fue en octubre de 2003 que la Hna. Ana Carbón, una religiosa Columbana originaria de las islas Filipinas, fundo una pequeña clínica para atender a estos enfermos marginados de Ayacucho. Inicio con pocos recursos, con personal voluntario y un psiquiatra que prestó sus servicios gratuitamente.

La Hna. Ana nació en Cagayan de Oro y tiene seis hermanas y dos hermanos. Durante sus estudios de enfermería se intereso por el campo de salud mental. Al terminar sus estudios decidió entrar con las Hermanas Columbanas. Después de haber trabajado con la tribu Subanen en el sur de Filipinas durante dos años fue enviada al Perú. Como a ella le gusta decir, “¡Dios escribe derecho en renglones torcidos!”

Con el paso de los años los servicios de la clínica fueron creciendo y extendiéndose a las provincias cercanas. Al mismo tiempo, las necesidades crecieron pues se llegaron a atender mas de 2 mil pacientes con evaluaciones psiquiátricas, tratamientos y rehabilitación. Se añadió un programa para niños y adolescentes con discapacidades y deficiencias mentales, un programa de rehabilitación de la esquizofrenia.

La Hna. Ana nos escribe: “El pasado 29 de septiembre fue un día feliz y memorable para todos nosotros, ya que nuestra recién ampliada Clínica de Salud Mental fue bendecida por el Arzobispo Luis Sebastiani. La alegría era inmensa entre todos los presentes y a nombre de los pacientes dimos las gracias a todos nuestros bienhechores que contribuyeron con sus donativos a la ampliación de nuestra humilde clínica.”

La clínica ha beneficiado a numerosas personas como Reynaldo, un joven de 22 años que padece esquizofrenia. Él vivía encerrado en su casa pues se sentía perseguido. Durante un año no salió de su cuarto y sentía que las paredes tenían ojos. Su madre lo llevo a la clínica y después de recibir tratamiento y medicinas su enfermedad esta controlada. Hoy esta a cargo del taller de tejido como parte de su rehabilitación. La Hna. Ana nunca imagino que su deseo de servir a los enfermos mentales se cumpliría en las montañas de Perú. Sus primeros planes y sueños no seguían una línea recta, pero Dios los enderezo y la guio hasta llevarla al servicio de sus hermanos en Ayacucho.

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