Ellos tienen una amistad bastante peculiar, son (aparentemente) incondicionales el uno al otro, y su vida está llena de aventuras en medio de una de las peores guerras que la humanidad ha presenciado en los últimos siglos.
Roman Griffin Davis
Thomasin McKenzie
Taika Waititi
Rebel Wilson
Stephen Merchant
Alfie Allen
Sam Rockwell
Scarlett Johansson
Reseña
Elegí hablar de esta película incluso antes de verla.
El tema de la Segunda Guerra Mundial captó mi atención desde que era muy pequeño y suelo disfrutar las películas relacionadas con éste; sin embargo, ver a un Hitler saltando por los aires en el bosque junto a un niño que sostiene una granada mientras se les ve eufóricos y llenos de emoción fue una imagen bastante prometedora, no me quedó la menor duda de que valdría la pena no solo ver esta película, sino dedicarle algo de tiempo para comentarla.
En esta versión de la historia nos encontramos cara a cara con distintos valores que valen la pena ser resaltados.
La relación de Jojo con su mamá es simplemente hermosa.
También la inocencia con la que viven el protagonista y su “segundo” mejor amigo, es algo genial y súper disfrutable.
Hay valentía, honor, compromiso, empatía, de verdad es una película muy rica en los valores que presenta.
Los personajes principales de esta historia son:
Jojo Betzler (que es el protagonista), un niño de 10 años con un entusiasmo gigantesco pero que comienza a verse en medio de las inseguridades que todo preadolescente vive; es fanático de Hitler (al cuál ve como todo un súper héroe) y el régimen nazi, quien además tiene una fuerte amistad imaginaria con su gran compañero de aventuras, Hitler.
Rosie, la mamá de Jojo, a quien le toca la difícil tarea de criar sola a un acérrimo fanático del líder alemán mientras protege en su misa casa a una niña judía.
Elsa, la mencionada niña judía que se esconde en casa de Jojo. Al parecer es la única sobreviviente de su familia después de que fueron llevados a un campo de concentración y su seguridad se ve comprometida cuando Jojo la descubre.
Otros dos personajes son el capitán “K” y el “segundo mejor amigo” de Jojo, Yorki, que, si bien podrían no ser considerados como protagonistas, sin duda alguna dejan una huella importante en la historia con sus acciones.
La película nos muestra la vida de un niño que se desvive por el régimen gobernante, cree ciegamente en la superioridad aria y como víctima de su inocencia, ha adoptado una idea completamente distorsionada de cómo son los judíos.
Su padre está ausente debido a la guerra, y su madre, sin decirle nada, ha decidido esconder a una niña hebrea en su casa para salvarle la vida.
La historia nos lleva a un campamento de las juventudes hitlerianas, el trabajo que nuestro protagonista realiza en la propaganda de la guerra, algunos episodios hogareños y uno que otro conflicto bélico.
En medio de todas estas circunstancias, Jojo tiene que enfrentarse con una nueva realidad bastante incómoda:
Su madre, a la que tanta ama, le ha jugado chueco, ha alojado a una de esas “despreciables criaturas”.
No es un conflicto menor, sí, por un lado, está su madre, pero por otro lado está su héroe, la persona a la que más admira, el eje central de toda su existencia, cualquier decisión que tome conllevará un confrontamiento de gran magnitud emocional.
Acompañado por su amigo imaginario, decide entablar diálogo con el enemigo para sacarle provecho a la situación, sin embargo, no tiene ni idea de las vivencias que le esperan.
Como ya les decía, es una película que presenta una gran cantidad de valores.
La relación que tienen Jojo y su madre me recordó mucho a la relación entre padre e hijo que pudimos ver en “La vida es bella” (otra película hermosa y ambientada en la misma guerra).
Y un gran aprendizaje que nos presenta el puro argumento de la película, incluso sin haberla visto, es el de la importancia que tiene el testimonio.
En el tráiler alcanzamos a ver que la imagen que Jojo y su amigo tienen de los judíos es un tanto fantasiosa (“pueden leer la mente”, “quizá lucen como nosotros”), mientras que también vemos cómo Elsa (la niña escondida) dice “Tu madre me albergó, ella es muy amable, me trata como a una persona”.
Jojo tiene un “fanatismo ciego” por el régimen nazi, y cree sin dudar lo que le dicen las autoridades, sin embargo, la actitud de la mamá ante Elsa llega a ser determinante para el proceso de Jojo.
En esta situación es obvio el alcance que la madre tiene hacia el hijo, pero podemos tomarlo como ejemplo todos nosotros; como creyentes, si somos capaces de ver como personas a los más vulnerables (gente sin techo, adictos, alcohólicos, los bebés no nacidos, etc.) y llevar esa visión a la acción, de seguro llegaremos a influir en el proceso de alguien a nuestro alcance.
Tengo muy presente una situación tan simple como cotidiana:
Cuando alguien te pide dinero en la calle, si está en tus posibilidades y consideras prudente darles dinero, excelente, si no, no hay problema, pero sea cual sea nuestra decisión, nunca nos permitamos hacerlos sentir menos, siempre tratémoslos como personas.
Si vamos a ofrecer nuestra ayuda, que sea con una sonrisa en la cara, y si vamos a negarla, que no sea mintiendo o volteando el rostro hacia otro lado.
Tengamos presente que una mirada a los ojos puede ser suficiente como para regresarle la dignidad a alguien.
¡Alerta de spoiler!
Ok, a partir de aquí hablaremos con detalles de la trama así es que si no has vito la película, mejor ponle pausa a esto y vuelve después de verla jajaja
De entrada, continuo con la relación de Jojo y su mamá.
De verdad me encantó cómo ella, aún comprendiendo lo mal que estaba el régimen nazi y su líder, aún siendo activista en contra de éste, no cae en una imposición o frustración por el fanatismo de su hijo.
Al contrario, siempre lo respeta y lo dejó ir avanzando en su proceso y a su ritmo.
Sabe que no es algo fácil, cuando Elsa le propone que lo haga entrar en razón para poder hablarle de ella, la mamá de Jojo rechaza la idea porque conoce perfectamente a su hijo, de haber tratado de hacerlo razonar, muy probablemente las cosas se hubieran salido de control.
Pero ella no pierde la compostura, incluso cuando las cosas se ponen tensas en la cena (cuando Jojo ya sabe que ella le está mintiendo), maneja la situación con humor y con mucha inteligencia, lo cuál termina por desarmar la hostilidad de Jojo.
De verdad disfruté esa relación, sin embargo, lo que más me hizo reflexionar fue el planteamiento del “fanatismo ciego” del protagonista.
No es el clásico personaje nazi que suelen presentar en las películas, despiadado, deshumanizado, sin empatía por los demás, no, es alguien inocente, alegre, con sueños, con una relación de amor sólida con su madre, con una amistad sincera, es simplemente una persona más.
Sin embargo, esa misma inocencia que lo hace ser un niño normal, también lo convierte en víctima del sistema propagandístico en el que vive.
Desde sus zapatos no alcanza a ver en qué consiste realmente el nazismo, solo ve lo que el mismo nazismo le permite, y se lo presenta como lo mejor que el mundo puede ofrecer.
Y quizá a algunos pudiera parecerles algo exagerado, pero eso me hizo pensar inmediatamente en nosotros como creyentes.
Al final de cuentas, no importa qué edad tenemos ahora, ante la sabiduría de Dios y ante la inteligencia del demonio somos como cualquier niño pequeño.
Y si hacemos una pequeña revisión de nuestro corazón, probablemente no será difícil encontrar que también nosotros somos “fanáticos ciegos” de algunas cosas que el mundo nos ofrece como “lo mejor”.
Puede ser algo que parezca inofensivo como seguir una serie o apoyar algún equipo deportivo, o cosas más drásticas como consumir alguna sustancia dañina o ver pornografía.
Quizá lo hacemos porque se nos ha presentado como algo bueno, y nosotros determinamos que no es algo que cause ningún daño, o que no va en contra de nuestros principios.
Incluso es probable que ya hayamos tenido algún conflicto o discusión con alguien que nos quiso “hacer entrar en razón”.
Si tu te encuentras tan enganchado con una serie que te pone de malas no poder verla, o te permites pasar mil horas al día viéndola a pesar de que tienes otras responsabilidades, o si eres de esos fanáticos de algun equipo a tal grado de odiar o insultar a los fanáticos del equipo contrario, ojo con eso.
O si tu consumes pornografía, o alguna droga, ojo con eso.
En este caso, nosotros somos Jojo, quienes probablemente hacemos lo que hacemos desde la inocencia, pensando que ser parte de eso es lo mejor del mundo, sin tener idea del verdadero daño que está causando aquello a lo que pertenecemos.
Y Dios jugaría el papel de la mamá de Jojo (nosotros), que no nos va a imponer nada, que no nos va a obligar a razonar nuestra postura, que nos deja avanzar en nuestro proceso, acompañándonos y manteniéndose a nuestro lado aun cuando vernos así pueda ser doloroso y preocupante para Él.
Creo que Jojo ya ha comenzado un proceso de conversión y cuando se encuentra con su madre que murió por ayudar a los más vulnerables es un punto determinante.
Si ella se arriesgo y se sacrificó por ir en contra de lo que él consideraba “lo mejor del mundo” debió ser por algo.
Ese punto de confrontación es al que necesitamos llegar nosotros.
Jesús también murió por buscar el bienestar de los más vulnerables de su creación (nosotros), y cuando seamos conscientes de eso entonces comenzaremos a cuestionar realmente la importancia que le damos a lo que el régimen propagandístico de este mundo nos ha vendido como lo mejor: sexo, dinero y poder.
Jojo Rabbit es una película que de seguro vas a disfrutar al verla, te va a robar algunas carcajadas y probablemente logre sacarte una que otra lágrima.
Es una película que te recomiendo si quieres pasar un rato muy agradable y quedarte con un cúmulo de sensaciones muy bonitas.
Y bueno, pues eso es todo por ahora, los invito a que se den una vuelta por el sitio web de los misioneros columbanos en donde estamos compartiendo un montón de contenido muy interesante.
Me encomiendo a sus oraciones y tengan por seguro que ustedes estarán en las mías.
Yo soy Manu Kasten, y nos vemos pronto, que Dios los bendiga.
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