y Sol de Justicia, Tú traes luz
a los que habitan en la oscuridad y la sombra de la muerte.
En estos días más cortos del invierno,
recuérdanos nuestra necesidad de luz; nos volvemos a Ti,
que eres la verdadera Luz del mundo.
Disipa la oscuridad del pecado de nuestras vidas
y las sombras de la desesperación de nuestros corazones.
Así como el sol sale cada mañana, que nosotros resucitemos a una nueva vida en Ti.
Ven e ilumina a todos los que están en la oscuridad
y guía nuestros pies por el camino de la paz.
Amén.