me invitaste a ir al manantial
y única fuente de santidad
que es tu Hijo, Jesucristo.
Enséñame a seguir el camino de tu Hijo
con profunda humildad y fe viva.
Ayúdame a recibirlo con todas mis fuerzas
y a tener el valor de morir a mi egoísmo
por amor a mi prójimo.
Amén.