Santos
Primera Lectura
Miren que llega el día, ardiente como un horno:
malvados y perversos serán la paja, y los quemaré el día que ha de venir
-dice el Señor de los ejércitos-, y no quedará de ellos ni rama ni raíz.
Pero a los que honran mi nombre los iluminará un sol de justicia que lleva la salud en las alas.
Salmo
Toquen la cítara para el Señor, suenen los instrumentos: con clarines y al son de trompetas, aclamen al Rey y Señor.
Retumbe el mar y cuanto contiene, la tierra y cuantos la habitan; aplaudan los ríos, aclamen los montes al Señor, que llega para regir la tierra.
Regirá el orbe con justicia y los pueblos con rectitud.
Segunda Lectura
Hermanos: Ya saben cómo tienen que imitar nuestro ejemplo: no vivimos entre ustedes sin trabajar, nadie nos dio de balde el pan que comimos, sino que trabajamos y nos cansamos día y noche, a fin de no ser carga para nadie.
No es que no tuviésemos derecho para hacerlo, pero quisimos darles un ejemplo que imitar.
Cuando vivimos con ustedes se los mandarnos: el que no trabaja, que no coma.
Porque nos hemos enterado de que algunos viven sin trabajar, muy ocupados en no hacer nada.
Pues a esos les mandamos y recomendamos, por el Señor Jesucristo, que trabajen con tranquilidad para ganarse el pan.
Evangelio
En aquel tiempo, algunos ponderaban la belleza del templo, por la calidad de la piedra y los exvotos. Jesús les dijo: "Esto que contemplan, llegará un día en que no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido."
Ellos le preguntaron: "Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?"
Él contesto: "Cuidado con que nadie les engañe. Porque muchos vendrán usurpando mi nombre, diciendo: "Yo soy", o bien: "El momento está cerca; no vayan tras ellos.
Cuando oigan noticias de guerras y de revoluciones, no tengan pánico.
Porque eso tiene que ocurrir primero, pero el final no vendrá en seguida."
Luego les dijo: "Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países epidemias y hambre.
Habrá también espantos y grandes signos en el cielo.
Pero antes de todo eso les echarán mano, les perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a la cárcel, y les harán comparecer ante reyes y gobernadores, por causa mía. Así tendrán ocasión de dar testimonio.
Hagan propósito de no preparar su defensa, porque yo les daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario suyo.
Y hasta sus padres, y parientes, y hermanos, y amigos les traicionarán, y matarán a algunos de ustedes, y todos les odiarán por causa mía.
Pero ni un cabello de su cabeza perecerá; con su perseverancia salvarán sus almas."
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