Sábado 32ª semana de tiempo ordinario

Santos

Diego de Alcalá, Humberto

Primera Lectura

3Juan 5-8
Debemos sostener a los hermanos, cooperando así en la propagación de la verdad

Querido amigo Gayo, te portas con plena lealtad en todo lo que haces por los hermanos, y eso que para ti son extraños. Ellos han hablado de tu caridad ante la comunidad de aquí. Por favor, provéelos para el viaje como Dios se merece; ellos se pusieron en camino para trabajar por él sin aceptar nada de los gentiles. Por eso debemos nosotros sostener a hombres como éstos, cooperando así en la propagación de la verdad.

Salmo responsorial: 111

Dichoso quien teme al Señor.

Dichoso quien teme al Señor / y ama de corazón sus mandatos. / Su linaje será poderoso en la tierra, / la descendencia del justo será bendita. R.

En su casa habrá riquezas y abundancia, / su caridad es constante, sin falta. / En las tinieblas brilla como una luz / el que es justo, clemente y compasivo. R.

Dichoso el que se apiada y presta, / y administra rectamente sus asuntos. / El justo jamás vacilará, / su recuerdo será perpetuo. R.

Salmo

Salmo responsorial: 111
Salmo responsorial: 111

Dichoso quien teme al Señor
y ama de corazón sus mandatos.
Su linaje será poderoso en la tierra,
la descendencia del justo será bendita. R. En su casa habrá riquezas y abundancia,
su caridad es constante, sin falta.
En las tinieblas brilla como una luz
el que es justo, clemente y compasivo. R. Dichoso el que se apiada y presta,
y administra rectamente sus asuntos.
El justo jamás vacilará,
su recuerdo será perpetuo. R.

Evangelio

Lucas 18, 1-8
Lucas 18, 1-8

En aquel tiempo, Jesús, para explicar a los discípulos cómo tenían que orar siempre sin desanimarse, les propuso esta parábola: "Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres. En la misma ciudad había una viuda que solía ir a decirle: "Hazme justicia frente a mi adversario"; por algún tiempo se negó, pero después se dijo: "Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esa viuda me está fastidiando, le haré justicia, no vaya a acabar pegándome en la cara"". El Señor añadió: "Fijaos en lo que dice el juez injusto; pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que le gritan día y noche?, ¿o les dará largas? Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?

Tiempo Liturgico