Era justo antes de mediodía del Jueves Santo cuando el Arzobispo llamó para decir que estaría en breve por aquí para despedir al P. J.J. Algún tiempo después, llegó. El Arzobispo de Suva es el Dr. Peter Loy Chong, y estuvo acompañado por su Vicario General, P. Sulio Turagakadivi y algunos otros. Procedieron a honrar al P. J.J. con una despedida, ofreciéndole una tabua, un diente de ballena, el más precioso símbolo cultural de respeto Fiyiano, y kava. El P. Sulio actuó como heraldo del arzobispo y habló por él. Los que ocupan puestos más altos no hablan en la cultura Fiyiano y Pacífico, sino que tienen un heraldo que los represente. Al presentar el tabua, el P. Sulio mencionó los treinta años de servicio del P. J.J. que había dado a Fiji, tanto en el seminario y como párroco de Labasa y le agradeció por su incansable servicio a las personas de Fiji y el Pacífico. Fue un momento muy conmovedor para todos nosotros y especialmente para el P. J.J.
Nacido en Limerick, el P. John Joseph Ryan fue ordenado en Dalgan, Irlanda, en 1961, Fue inmediatamente enviado a España para estudiar Derecho Canónico. Fue luego trasladado a Roma para completar su doctorado en este tema. Los siguientes años fueron enseñando en Dalgan, el seminario Columbano en Irlanda. Allí los Columbanos mayores lo tuvimos como conferencista. El P. J.J. entonces fue a Tubingen en Alemania e hizo otro doctorado, esta vez en teología sistemática bajo el reconocido teólogo P. Walter Kasper, ahora Cardenal de la Curia en Roma. Terminando su doctorado, se le ofreció la oportunidad de enseñar en Tubingen, al parecer, y al escribir a la administración central de Columbanos para recibir instrucciones se le dijo que fuera a Suva y enseñara ahí.
El Seminario Regional del Pacífico en Suva había sido establecido en 1972. El P. J.J. llegó en 1973 para enseñar y ser el primer Decano del seminario. Enseñó ahí por diez años. El P. Fred Kado SM, uno de los del primer grupo de seminaristas que es ahora párroco en Suva dice del P. J.J., “Él trajo un rigor académico a nuestras vidas que nos despertó a todos”. Durante estos años también estableció el Tribunal Matrimonial para CEPAC, la conferencia de obispos del Pacífico Sur con sede en Suva.
Su siguiente parada fue Sidney, Australia. Se le pidió que se mudara ahí para enseñar tanto en el seminario Columbano en Turramurra y en el Seminario Marista en Hunter Hill. También enseño en el Instituto Misionero del Pacífico o PMI. Este ofrecía cursos de renovación para los misioneros que regresaban de Australia y de todo el Pacífico. Eventualmente se convirtió en el Director de PMI. Todos estos institutos cerraron justo antes del milenio, y el P. J.J. optó por regresar a Fiji, pero esta vez a Labasa. Dejó atrás muchos estudiantes satisfechos como lo indica el número que aún se mantiene en contacto con él.
Labasa es la segunda ciudad más grande de las 330 islas de Fiji, Vanua Levu. Ahí él se unió al P. Martin Dobey. El P. Dobey fue uno de los pioneros, aquellos que empezaron la misión de Fiji en 1952 y fue Director de la Región varias veces. Finalmente asumió el cargo de párroco de Labasa y trabajó ahí por 30 años. Su más fiel ayudante durante estos años fue el Sr. Joseva Vasakula que estuvo valientemente en las buenas y en las manos a su lado. Eventualmente, pasó a la posición de Emérito cuando el P. Paul Tierney se hizo cargo como párroco. A principios de 2021, se mudó a Suva por un corto descanso, pero se convirtió encierro debido al COVID. Los viajes entre las islas estaban prohibidos.
Celebramos su Jubileo de Diamante en diciembre 20, 2021. Su salud se había vuelto precaria con un toque de neumonía, y estábamos extremadamente preocupados por él. Con la ayuda de una dedicada cuidadora de tiempo completo, María Turagaulu, recobró la salud y ahora puede viajar a Irlanda. El Arzobispo compartió el almuerzo con el P. J.J. después de la ceremonia de Kava. Hace años, eran párrocos vecinos en Vanua Levu y tenían mucho en común para discutir. El equipo de medios de comunicación de la arquidiócesis entrevistó al P. J.J. “¿Qué recuerdo permanente tiene de Fiji?” le preguntaron. El contestó rápidamente, “La increíble flexibilidad del pueblo de Fiji”.
El lunes de Pascua, la víspera de su partida, el presidente de la parroquia de Labasa, el P. Josafu Raonu, llegó con una delegación de Labasa para despedir al P. J.J. Siguió un momento feliz.
Al despedirnos del P. J.J. del Pacífico Sur, recordamos a Marcos 10, 45: “Sepan que el Hijo del Hombre no ha venido para ser servido, sino para servir y dar su vida como rescate por una muchedumbre”.
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