Todo está en Dios y Dios está en todo. “¿Por qué Dios necesita sacerdotes?” La respuesta es “Necesitamos sacerdotes para recordarnos que nosotros estamos en Dios y Dios está en nosotros.” Los sacerdotes, por lo que hacen y lo que dicen, están en medio de nosotros para recordarnos que somos el pueblo de Jesús. Si los sacerdotes no nos hacen real al Dios que está en nuestras vidas, entonces, se han perdido en su trabajo. Suena presuntuoso afirmar que Dios me hizo hacerlo”, pero es en realidad lo que creemos.
Jesús no era sacerdote en el Templo de Jerusalén, pero El nos enseño que Dios está en medio de nosotros. Él nos reveló a Dios. El nos lo dijo con Sus palabras y con Su vida, “Esto es lo que significa ser que Dios vive en nuestra realidad humana.” Si te preguntas cómo es Dios, sigue la historia de Jesús. Lee los Evangelios. Los misioneros Columbanos dejan sus casas, sus familias, sus culturas, y todo lo que les es familiar y cómodo. Hay dificultades, por supuesto. Aprender un idioma e involucrarse con personas de otras culturas no es nada fácil. ¿Por qué lo hacen? Porque eran y son personajes en la historia de Dios. Así como Jesús reveló el amor de Dios a las personas de Su tiempo, así Dios continua hoy usando estos misioneros para mostrar Su amor por el pueblo.
El resultado de la misión puede ser difícil de nombrar, pero una cosa es segura: todos los misioneros Columbanos desarrollan una gran comprensión y amor por el pueblo. Con ellos, todos toman el mensaje de amor y preocupación por las personas y no de sí mismos. La misión de Dios es una misión de amor por Sus hijos e hijas, y a Él le gustaría ver toda la familia unidad en el amor. Ese es el sueño de Dios para el mundo.
Amar el mundo nos es una cosa fácil. Pregúntale a Jesús. Por amor al pueblo de Su tiempo, Él fue crucificado. Hay demasiado en nosotros que no es amoroso. No volvemos temerosos o agresivos hacia aquellos que no son como nosotros. Hay dolor y sufrimiento en todo esto. Hay pérdida y dolor. Es un drama de amor y traición. ¡Para aquellos que son misioneros mayores, cabello, audición vista y movilidad también se han perdido! Estas pérdidas necesitan ser asimiladas apropiadamente en ese espacio en el que nuestro Dios resucita y nos transforma. Dios es el siempre creador. Dios es la fuente de toda la vida. Mientras nosotros reflexionamos en el pasado, también podemos mirar hacia adelante a lo desconocido pero maravilloso futuro porque Dios está en todos y estamos en Dios.
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