Amablemente escúchanos, Oh Señor, cuando te llamamos,
y concédenos nuestra humilde petición para calmar la atmósfera,
que nosotros, que somos justamente castigados por nuestros pecados,
seamos librados, por Tu misericordia protectora,
de los estragos de las tormentas e inundaciones.
Por Cristo Nuestro Señor.
Amén.
y concédenos nuestra humilde petición para calmar la atmósfera,
que nosotros, que somos justamente castigados por nuestros pecados,
seamos librados, por Tu misericordia protectora,
de los estragos de las tormentas e inundaciones.
Por Cristo Nuestro Señor.
Amén.
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