Hasta Cuándo, Señor

Algunas veces Señor, simplemente me canso de esperar
para que las cosas vuelvan a la normalidad.
¿Hasta cuándo?

Entonces recuerdo la tan conocida súplica
en las palabras del salmo 13.
¿Hasta cuándo, Señor,
seguirás olvidándome?
¿Hasta cuándo me ocultarás tu rostro?

Pero leo y oigo al salmista cantar,
“Cuán bueno es nuestro Dios ha sido conmigo.”
Sí, a pesar de todo, soy bendecido
de muchas otras maneras.


Amén.

- Por un Misionero Columbano