Una Oración a María

Santísima Virgen y Madre,
Cuya alma fue traspasada por una espada de dolor
En la Pasión de Tu Divino Hijo,
Y quien en su gloriosa Resurrección
Estaba llena de alegría infinita en Su triunfo,
Obtén a los que acudimos a Ti,
El ser partícipes de las adversidades de nuestra Santa Iglesia
Y de los Dolores del Soberano Pontífice,
Para ser encontrados dignos de regocijarnos con ellos
En las consolaciones por las que oramos,
En la caridad y la paz del mismo Cristo nuestro Señor.


Amén.