Oración de Santa Bernarda

¡Qué feliz era mi alma, buena Madre,
cuando tuve la buena fortuna de mirarte!

Cómo amo recordar los agradables momentos
que pasé bajo tu mirada,
tan llena de bondad, y misericordia para con nosotros.

Sí, tierna Madre, te inclinaste a la tierra
para aparecerte a una simple niña.

Tú, la Reina del cielo y de la tierra,
te dignaste usar a la más frágil
a los ojos del mundo.


Amén.