Precioso Pan del Cielo

¡Oh, Santo Tabernáculo!
Encerraste el precioso Pan del cielo,
La comida de los ángeles, el maná eucarístico del alma.

Mi corazón languidece y canta por Ti, oh, Jesús bueno y gentil,
¡Que estás escondido en el Santísimo Sacramento!

Tú eres mi Señor, mi Dios, y mi todo,
y vendrás gentilmente a mí en este día en la santa comunión.

Te adoro profundamente, con los ángeles que rodean
Tu altar-trono de misericordia y compasión;
Te bendigo, Te agradezco por todas las gracias que he recibido
a través de la Santa Eucaristía;

Te amo con todo mi corazón,
deseo ofrecerte esta santa comunión
en reparación por todas las ofensas que he cometido
en Tu contra en sacramento que Tú amas,
y especialmente en expiación por mis pecados y negligencias.

Hoy me acercaré a la sagrada mesa
con la mayor confianza de que Tú, oh, Señor,
me concederás mis peticiones.


Amén.