Te Honramos, Oh María

Te honramos, Oh María,
Madre de Dios,
tesoro del universo,
llama inextinguible,
corona de virginidad,
cetro de la verdadera fe
templo indestructible,
Tabernáculo del aquel a quien
el mundo no puede contener,
y Madre y Virgen.

En tu vientre encerraste
al inmenso e incomprensible.
A través de ti la Trinidad es glorificada
y la cruz es celebrada y adorada
en todas las partes de la tierra.


Amén.