“Pregúntale, a todas las bestias, y te enseñarán la belleza de la tierra.”
– San Francisco de Asís
Octubre con sus cielos azules y sus hojas brillantes es un tiempo para apreciar la belleza de la tierra. Apropiadamente, el 4 de octubre es la fiesta de San Francisco.
Por ocho siglos, San Francisco ha tenida una gran influencia en la espiritualidad Cristiana e incluso en la cultura occidental. Pero en nuestro siglo actual la tensión entre el desarrollo económico y el cuidado por el planeta, se beneficiarían aún más con la sabiduría de San Francisco.
Un profeta genuino, San Francisco no se engañó con las apariencias de las cosas, sino que entendió las cosas verdaderamente importantes a un nivel profundo. Creo que esto hace a sus enseñanzas particularmente relevantes para nuestros tiempos.
Por ejemplo, consideren si quieren esta cita de San Francisco, “Si tienen personas que excluirán a cualquiera de las criaturas de Dios del refugio de la compasión y la piedad, tendrán aquellos que harán lo mismo con sus semejantes.”
Muchos siglos después de que San Francisco hiciera esa observación, psicólogos han llegado a la misma conclusión. Personas a quiénes les daríamos una etiqueta de diagnóstico de “sociópatas” muestran una carencia de culpa cuando hacen sufrir a otro ser vivo, sea persona o animal. Parecen que tienen muy poca capacidad de aceptar responsabilidades por sus acciones y especialmente muy poca inclinación o capacidad para imaginar el sufrimiento de la víctima o de su crueldad. Me pregunto si nosotros que estamos utilizando sin cuidado de los recursos de la tierra y poniendo en peligro otras criaturas, no estamos de alguna manera, no dispuestos o no capaces de tomar responsabilidad por el desastre que estamos haciendo.
Tal vez nuestra cultura ha crecido recibiendo los mensajes equivocados acerca del derecho de la humanidad a dominar el mundo natural. Ciertamente hemos recibido el mensaje equivocado de nuestra cultura consumista de que, “¡el que muere con más cosas gana! Sin embargo, tal vez
este es el momento de empezar a reaprender el significado moral de como tratar a las otras criaturas que comparten esta tierra con nosotros. Tomará un pensamiento y un ojo claros.
“Mantener un ojo claro hacia el fin de la vida. No olvides tu propósito y tu destino como criatura de Dios. Lo que eres en su presencia es lo que eres y nada más. Recuerda que cuando dejes esta tierra, no puedes llevarte nada de lo que has recibido… únicamente lo que has dado; un corazón plenamente enriquecido por el servicio honesto, el amor, el sacrificio, y el valor.”
– San Francisco de Asís
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