Los que trabajamos en el área de abuso sexual infantil vemos diariamente el dolor y el sufrimiento de los niños, y esto nos llama a ir más allá de nuestro trabajo dentro de las paredes de la Casa del Niño. Necesitamos hacer frente a esta realidad en la sociedad a través de la prevención, la educación y la detección de los casos de abuso que a veces se encuentran ocultos. La agresión sexual contra los niños termina efectivamente los sueños y la felicidad de muchas familias en nuestro país, y debido a esto, a través de la experiencia adquirida a lo largo de los años, somos conscientes de la necesidad de intervenir lo más rápidamente posible con el fin de proteger a estos niños. A pesar de que las cicatrices que llevan son trágicas y evidentes, todavía es difícil comprender completamente el problema. El gobierno, con sus programas nacionales para la protección de niños, no logra enfrentar el problema de manera integral y efectiva, aunque en el lado positivo, el tema del abuso sexual infantil está creciendo en la conciencia pública y la forma en que impacta a los niños, sus familias y la sociedad en general.
El Proyecto de los niños de St. Bernadette, como parte de la sociedad civil, busca promover una respuesta que trasciende los límites del tratamiento y la curación dentro de nuestro Centro. Esperamos promover una mayor conciencia de este problema en la sociedad y cómo responder a esa realidad, para promover la reflexión y el debate que tiene un efecto multiplicador en toda la intervención de los organismos sociales, y contribuir así a la apertura de los ojos a esta cruel realidad. Luego poco a poco el silencio se rompe, los mitos se derrumbarán, revelando el descubrimiento del sufrimiento secreto y el aislamiento de los cuales muchos niños son víctimas.
Dónde estamos situados en Lima, San Martín de Porres, ahí generalmente están presentes las condiciones más difíciles para los niños como la violencia familiar. Los niños que viven en la pobreza y en las calles, estando solos durante periodos prolongados debido a la ausencia de los padres, o que están atendidos por otros que muy a menudo no garantizan su protección, o tienen poco acceso a los recursos sociales, enfrentan el desempleo, el aislamiento de la familia y la falta de redes sociales de apoyo, ya sea formal o informal, son las condiciones de riesgo que ameritan una intervención oportuna.
En este sentido, es necesario desarrollar programas de prevención dentro de otras organizaciones e instituciones educativas.. El aula ofrece un entorno favorable para promover la difusión y reflexión de los temas mencionados, se presta a la detección precoz de las personas en riesgo y la realización de las intervenciones preventivas. Estamos en el Hogar de Santa Bernardita y entendemos la necesidad de trabajar en red con otros grupos involucrados en el tema para desarrollar estos programas de prevención e intervención con el objetivo de contrarrestar las condiciones de vulnerabilidad de los niños.
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