Abre Tus Puertas

Señor Todopoderoso,
Vengo ante Ti con toda mi fe,
rogándote por consuelo.

No me abandones, mi Señor.
Abre Tus puertas,
que tus brazos poderosos se abran y cierren
cuando Tu decides dar esa tranquilidad que yo deseo.

¡Oh mi Dios!
Recibe mi humilde llamado de un corazón herido
que siempre está luchando por mí
con Tu Divino poder.

Nunca me dejes luchar por falta de ayuda.

Señor todopoderoso,
Ayúdame a encontrar refugio en tu generosidad celestial para siempre


Amén.