Adiós al Invierno

Oh Dios, siento Tu presencia en la tierra
cobrando vida cuando la primavera comienza a quitarle
el frío al invierno.

Calienta nuestros corazones para que podamos apreciar
la plenitud y profundidad de Tu Amor.

A medida que se acerca la Semana Santa, recordamos el sufrimiento
y muerte de Tu Hijo por todas las personas, negras, morenas,
amarillas, blancas, todos los tonos intermedios, femenino.
masculino, jóvenes, viejos, hablando todas las lenguas, silenciosos
y con cualquier singularidad que cada uno traiga.

En la entrega de sí mismo, Él comparte Su ser, Su amor.
Apreciamos Su memoria.

Que la sanidad venga cuando tratamos de seguir,
a veces con pasos vacilantes, Su camino.


Amén.

Por un Misionero Columbano