Apreciar a las Personas

Querido Jesús,
a veces fallamos en apreciar a las personas
que llenan nuestra vida cotidiana.

Las damos por seguras.
Ya sean cónyuges, hijos, otros miembros de la familia,
compañeros de trabajo, amigos, dependientes, limpiadores.

Nuestras relaciones se vuelven transaccionales,
como si solo estuviéramos haciendo negocios.

Ayúdanos a tratarlos con respeto, cuidado y amabilidad.

Ellos también están hechos a tu imagen.
Merecen nuestro amor.


Amén.


— Por el padre Columbano John Comiskey