Celosos en Nuestro Amor

Oh Señor resucitado, Tú elegiste a María Magdalena
para ser la primera mensajera de Tu Resurrección.

Haznos testigos valientes de Tu amor y verdad,
y llena nuestros corazones de alegría.

Santa María Magdalena, discípula fiel que fue testigo
del derramamiento de la Sangre Preciosa y de la Resurrección,
reza por nosotros para que siempre seamos celosos en nuestro
amor por Cristo y proclamemos su Buena Nueva a todos.


Amén.