Una comida perfecta

Divino Salvador, venimos a Tu mesa sagrada
para nutrirnos, no con pan, sino contigo mismo,
verdadero Pan de vida eterna.

Ayúdanos a hacer diariamente una comida perfecta
de este alimento divino.

Déjanos ser continuamente renovados
por el perfume de Tu bondad y amabilidad.

Que el Espíritu Santo nos llene con Su Amor.

Mientras tanto, preparemos un lugar
para este alimento sagrado vaciando nuestros corazones.


Amén.