Coronada de Compasión

Oh María, Reina del Cielo, tú reinas
no con poder, sino con el tierno corazón de una madre.

Nos guías hacia tu Hijo, nuestro Rey y Redentor.
Intercede por nosotros en nuestras luchas y guíanos
a vivir como fieles siervos de Cristo,
confiando en tu ayuda y tu amorosa protección.


Amén.