Divino Infante de Praga

Jesús, Divino Infante de Praga,
tu presentación en el templo
fue tu primera consagración externa
a tu misión sacerdotal.

Esta misión continúa hoy en la Misa diaria
en manos de todos tus sacerdotes.

A través de la frecuente Comunión,
hazme más como Tú,
para que toda mi vida sea un sacrificio santo
agradable a Dios.


Amén.