Escondido en el Corazón de Cristo

Señor, llenaste a Santa Rosa de Lima con un profundo amor
por Tu Pasión y una vida de sacrificio oculto.

Enséñanos a abrazar el silencio, la simplicidad y el servicio
en un mundo que anhela alabanzas.

Que, como ella, encontremos alegría en el sufrimiento por amor a Ti
y por la salvación de las almas.


Amén.