Jesús, Dulce Maestro

Jesús, mi dulce Maestro, te amo mucho,
ayúdame a ser como Tú quieres que sea.

Soy tan pequeño y pobre, pero Tú, Jesús,
que eres mi Maestro, puedes ayudarme,
debes ayudarme a cambiar.

Siempre quiero vivir unido a Ti,
como la sarza con la vid, y quiero
que mis hermanos te conozcan y te amen por medio de mí.

Jesús, dulce Maestro, Tu bondad es inmensa.
Deja que la alegría se lea en mi rostro
y la seguridad de ser un hijo de Dios.

Cuando entres en mi corazón, dame tu paz,
déjame sentir que estás conmigo, para enfrentar juntos
el día que deseo vivir como un regalo Tuyo,
Jesús, mi dulce Maestro, necesito Tu gracia
para ser más y más semejante a Ti,
necesito Tu amor para derrotar mi egoísmo.

Quiero venir contigo al Paraíso
y por el momento llena mi corazón con esta necesidad.
Jesús, mi dulce Maestro, ámame tan pobre como soy.


Amén.