Lágrimas de la Oración de una Madre

Dios misericordioso, escuchaste las oraciones incesantes
de Santa Mónica y llevaste a su hijo,
San Agustín, de la oscuridad a la luz.

Danos su perseverancia en la oración
y su firme esperanza en Tus promesas.

Escucha los gritos de todas las madres y padres
que interceden por sus hijos.

Enséñanos a nunca dejar de orar por aquellos que amamos.


Amén.