Levántame, Oh Señor

Señor, Té eres bondadoso y misericordioso.
Levántame cuando estoy cayendo.
Aprecio profundamente tu promesa
de estar conmigo en tiempos de angustia y dolor.

Tu palabra me da esperanza y fortaleza.
Ayúdame a escuchar tus palabras sanadoras,
“Venid a mi todos los que están cansados
y encuentran la vida agobiadora y yo los refrescaré.”

Todo lo que puedo orar en respuesta es un simple agradecimiento.


Amén.