O María, tu eres toda bondad

O María, para ti nada es imposible.
Puedes alentar hasta a los desesperanzados
para que esperen en la salvación.
Mientras más poderosa eres,
más grande es tu misericordia.

Devuélvenos también tu amor.
O María, yo sé que eres toda bondad
y que nos amas con un amor
que ninguno otro puede superar.
¿Cuántas veces aplacas la ira de nuestro Divino Juez
cuando Él está a punto de castigarnos?