Misericordia que Llama

Jesús, miraste a Mateo, el recaudador de impuestos,
y lo llamaste a seguirte.

Vistes más allá de su pecado, hacia el alma que amabas.
Míranos con esa misma misericordia.

Ayúdanos a dejar atrás lo que nos retiene,
y a caminar con valentía en la nueva vida que ofreces a través de la gracia.


Amén.