Oh Buen y Dulce Jesús

He aquí, oh buen y dulce Jesús,
Caigo de rodillas ante Tu vista,
y con el más ardiente deseo de mi alma
rezo y Te pido que llenes mi corazón
con sentimientos de fe, esperanza y caridad,
con verdadero arrepentimiento de mis pecados
y un anhelo de vivir contigo para siempre en el cielo.


Amén.