Oh Madre de Buen Consejo

Oh Madre de Buen Consejo,
obtén para nosotros de Tu Divino Hijo
un gran amor por la virtud, y, en la hora
de incertidumbre y prueba, la fuerza para abrazar
el camino que conduce a nuestra salvación.

Si Tu mano nos sostiene, caminaremos
sin ser molestados por el camino indicado para nosotros
por la vida y las palabras de Jesús, nuestro Redentor;
y habiendo seguido libre y seguramente,
incluso en medio de las luchas de este mundo,
el Sol de la Verdad y la Justicia bajo Tu Estrella maternal,
llegaremos a disfrutar de la paz plena y eterna
contigo en el puerto de la salvación.


Amén.