Redentor y Salvador

Oh Señor, Jesucristo,
Redentor y Salvador,
perdona mis pecados, así como perdonaste
la negación de Pedro y a aquellos que te crucificaron.

No cuentes mis transgresiones, sino,
más bien, mis lágrimas de arrepentimiento.

No recuerdes mis iniquidades,
sino, más especialmente, mi dolor
por las ofensas que he cometido contra Ti.

Anhelo ser fiel a Tu Palabra,
y oro para que me ames
y vengas a hacer Tu morada dentro de mí.

Prometo darte alabanza y gloria en amor
y en servicio todos los días de mi vida.


Amén.