Sembradores de la Palabra

Señor, Tu Palabra es semilla, y nosotros somos la tierra.

Prepara nuestros corazones para recibirla con alegría,
para guardarla con perseverancia,
y para nutrirla con obediencia.

Que nuestras vidas den una cosecha de virtud,
y que compartamos Tu Palabra con los demás,
con paciencia, humildad y confianza.


Amén.