Servicio y Contemplación

Señor Jesús, amaste profundamente a Marta, María
y Lázaro, y te revelaste a través de ellos.

Enséñanos a equilibrar el servicio y la contemplación,
dándote la bienvenida en nuestros hogares y corazones.

Guíanos en la hospitalidad espiritual.

Que siempre prioricemos nuestra relación contigo,
sacando fuerza de Su Preciosa Sangre
tanto en el servicio como en la contemplación.


Amén.