Somos Uno

Guárdanos, Oh Dios, de toda mezquindad.
Permítenos ser grandes en el pensamiento, palabra, y acción.

Terminemos con la búsqueda de faltas
y olvidemos todo egocentrismo.

Que hagamos a un lado toda pretensión
y nos encontremos cara a cara,
sin autocompasión y sin ningún prejuicio.

Que nunca seamos prontos en juzgar,
Y seamos siempre generosos.

Tomemos siempre tiempo para todas las cosas
y haznos crecer en calma, serenidad y gentileza.

Enséñanos a llevar a cabo nuestros mejores impulsos,
directamente y sin miedo.

Permítenos darnos cuenta
que son las pequeñas cosas de la vida lo que crea diferencias,
que, en las cosas grandes de la vida, somos uno.

¡Y, Señor Dios, que no olvidemos ser bondadosos!


Amén.