Tu Reino Glorioso

Dios de gracia,
hoy elevamos nuestras voces
para magnificar Tu nombre santo,
y, en nuestra propia generación, llamarla bienaventurada
quien se convirtió en la madre de nuestro Salvador Jesucristo.

Que podamos continuar, con ella, en Tu reino glorioso,
fundado y establecido en Jesucristo nuestro Señor.
Pedimos esto en su nombre.


Amén.