Mi tierna Madre,
obtenme de Dios una profunda humildad,
humildad interna y externa,
un profundo conocimiento de mí mismo,
un espíritu de mortificación
para que me humille delante de Dios y las criaturas.
Ayúdame a amar los desprecios y humillaciones,
que yo despreciaba.
Espejo de humildad concédeme la virtud de la humildad y la obediencia.
Concédeme la virtud de la mansedumbre y la dulzura
para que trate a las personas con bondad,
especialmente cuando me encuentro con aquellos
contra quien siento repugnancia.
Amén.
obtenme de Dios una profunda humildad,
humildad interna y externa,
un profundo conocimiento de mí mismo,
un espíritu de mortificación
para que me humille delante de Dios y las criaturas.
Ayúdame a amar los desprecios y humillaciones,
que yo despreciaba.
Espejo de humildad concédeme la virtud de la humildad y la obediencia.
Concédeme la virtud de la mansedumbre y la dulzura
para que trate a las personas con bondad,
especialmente cuando me encuentro con aquellos
contra quien siento repugnancia.
Amén.
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